LAS DONANTES DE ÓVULOS NO LO HACEN DE FORMA ALTRUISTA
Cristina fue donante de óvulos hace 25 años. Donó más de una vez y convenció a sus conocidas para que ellas hicieran lo mismo y así brindarle la posibilidad a otras mujeres de llevar adelante un embarazo y convertirse madres. Al poco tiempo los médicos le ofrecieron ser RECLUTADORA DE DONANTES, donde su tarea era captar chicas y acompañarlas durante todo el proceso. Hoy es su fuente de ingreso principal.
“Cuando fui joven y bella me surgió de donar óvulos”, expresa Cristina.
¿Será condición necesaria para poder donar?
Sí, para poder ser donante hay que cumplir con un rasgo físico en particular y tener entre 18 y 30 años. Luego se les realizan estudios ginecológicos, genéticos, infectológicos, clínicos y psicológicos. El tratamiento dura entre dos y tres meses antes de comenzar con la estimulación ovárica que se realiza mediante la colocación de inyecciones durante 14 días. El procedimiento concluye con la punción folicular mediante la cual realizan la aspiración de los óvulos generados.
Según la Organización Mundial de la Salud, las donantes sólo pueden realizar este procedimiento 6 veces en toda su vida. Luego ya sería perjudicial para su salud. Pero esto es imposible de controlar porque los centros de fertilización solo administran los datos de las mujeres que lo realizaron en su clínica. Por lo cual no se puede inhabilitar a las personas para que lo hagan 6 veces en cada centro. A raíz de esto, los médicos apoyan al proyecto de ley que solicita instrumentar un Registro de donantes para poder controlar a “Las golondrinas” que van de centro a centro sin cuidar su salud.
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Cristina en sus encuentros con las donantes les deja en claro la importancia y la responsabilidad que tienen al llevar adelante esta decisión. Si bien las donantes entienden el valor emocional que este acción genera, a la gran mayoría solo les importa la compensación económica que le brindan por someterse a tal proceso.
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“Necesito una china, necesito una afro”
No existe un banco de reserva de óvulos por lo tanto el trabajo de Cristina es a demanda. Los ginecólogos le solicitan un óvulo de una donante con un determinado fenotipo similar a los padres y ella lo sale a buscar. ​
La forma de publicitar la donación de óvulos es por medio del boca en boca. Este rubro apuesta seguir con este método en el cual invierten abonando a la mujer que refirió a otra. No hay campañas masivas.
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En la actualidad tiene dos grandes problemas que le generan una decreciente postulación de donantes: Los diversos planes sociales que cobran mensualmente y la campaña de implantes subdérmicos como método anticonceptivo.
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“Donar óvulos es regalar un hijo, dice la gente”
Las donantes son muy juzgadas a raíz de este pensamiento que aparece en nuestra sociedad. Si bien, en Argentina, la donación es anónima, las chicas donantes no suelen compartirlo con su entorno por vergüenza al qué dirán. Cristina, cuando suceden estos comentarios, los refuta con la idea de: “el óvulo que yo doné ese ciclo menstrual, era un óvulo que se iba a ir por el inodoro”.